lunes, 5 de octubre de 2009

Walter Benjamin


El CRÍTICO APASIONADO: WALTER BENJAMIN

Walter Benjamin fue un crítico excepcional, tan apasionado, erudito y virtuoso que transformó la naturaleza de lo que suele entenderse por crítica. Nació en 15 de julio de 1892, en Berlín. En 1932 consideró la idea de suicidarse, plasmo experiencias infantiles en una serie de textos. Son un tanto híbridos, porque constituyen al mismo tiempo una crítica cultural y una reflexión personal.
Gustav Wyneken fue una de sus mayores influencias. Gracias a Wyneken, Benjamin conoció el floreciente Movimiento Juvenil Alemán, que estaba compuesto por diferentes grupos y organizaciones de jóvenes. Pronto Walter se convirtió en un adolescente rebelde: comenzó a viajar para dar conferencias y a escribir en revistas juveniles, exhortando a los jóvenes a responder a sus inclinaciones.

¿Prosionismo o antisionismo?

Antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, el Movimiento Juvenil comenzó a escindirse. Se formaron diversos bandos: el liberal, el nacionalista y el profacista. Se desató un encendido debate sobre cuál debía ser la contribución de los miembros judíos.
Benjamin no apoyaba con demasiado entusiasmo al sector liberal asimilacionista del judaísmo, para el cual el judaísmo constituía “una religión de los domingos”.

4 de Agosto de 1914

El comienzo de la Primera Guerra Mundial significó el fin del Movimiento Juvenil. Los miembros del sector nacionalista de inmediato partieron a luchar al frente de batalla.
Los modelos adultos como Wyneken y Simmel desataron hostilidad entre los miembros del sector liberal, ya que se desacreditaron apoyando la guerra alemana de manera idealista, en defensa de la cultura y en contra de la civilización materialista de los británicos y los franceses.

La traición y la revolución.

Durante el clima político que se vivió en Alemania antes y después de la Primera Guerra Mundial. Los marxistas, junto con otros socialistas, habían formado en 1875 el Partido Socialista Democrático (PSD). Fue el partido de trabajadores que registró el crecimiento más veloz, y logró ocupar varias bancas en el parlamento. Este ideal internacional de solidaridad de la clase trabajadora se derrumbó en 1914, cuando los socialistas de Alemania, Francia, Bélgica, etc., decidieron defender sus respectivos territorios.
V.I. Lenin, líder de la fracción bolchevique del Partido Social-Demócrata ruso, fue uno de los marxistas que, indignado ante la traición, se planteó como objetivo convertir la crisis en una revolución.
La República de Weimar, creada en 1919 merced a esta traición social-demócrata, no lograba satisfacer a los grupos de izquierda, a los comunistas ni a los nacionalistas extremistas de la derecha que llevó a Hitler al poder en 1933. La hiperinflación se convirtió en el tema más grave de la persistente crisis política y social desatada en la República de Weimar.



Huir del reclutamiento

Benjamin, fiel a sus principios, decidió oponerse a la guerra mientras ésta durara, lo cual se tradujo en una serie de cómicos y extraños intentos por evitar alistarse en el ejército.
En 1917, él y su esposa Dora, escaparon a Suiza, país neutral, donde Benjamin se inscribió en la Universidad de Berna para realizar una investigación de doctorado sobre Kant y el romanticismo.

Crítica a Kant

En su Crítica de la razón pura, Kant había planteado que la experiencia era resultado de la fusión de las intuiciones espacio-temporales con las cuatro categorías de juicios.
La crítica de Benjamin a Kant, se refiere a que según él, Kant se equivoco porque basó el concepto de la experiencia en el modelo de la ciencia, la matemática, mientras que para Benjamin, la experiencia debería abarcar el arte y la religión.

La experiencia del color

En 1915 Benjamin escribió su Diálogo sobre el arco iris, en el que ya había elaborado una filosofía de la experiencia basada en la experiencia del color.
Éste era otro aspecto de la crítica de Benjamin a Kant. Al establecer la continuidad del color, Benjamin remplazó dos de las distinciones establecidas por Kant: 1) entre la sensibilidad y el entendimiento (éste da forma al material espacio-temporal de las sensaciones) y 2) entre el sujeto y el objeto del conocimiento.

El concepto de la ruina

Tanto en su tesis como en otros trabajos posteriores, Benjamin insistió en la posición de Schlegel. La obra de arte sólo se completa cuando el crítico descubre sus capas sucesivas… hasta dar con su secreto interno, pero este proceso implica arruinar la capa exterior, la belleza de la obra.

La Transición de lo Háptico a lo óptico

El ímpetu del Kunstwollen puede representarse por las transiciones de los elementos hápticos (táctiles) a los ópticos (espaciales).
En la primera etapa básica o háptica, una visión táctil, cercana a los objetos, resalta la nitidez del contorno por sobre el fondo, como el arte egipcio y en los bajorrelieves.
La segunda etapa, de niveles háptico-ópticos de figuración, es ejemplificada por el arte griego clásico, en especial por su escultura en relieve, que contiene elementos de escorzado y sombreado de figuras.
Al llegar a la tercera etapa o etapa óptica, que se encuentra en el arte del último periodo de la cultura romana, los objetos son plenamente tridimensionales.

¿Línea o color?

Las reflexiones de Benjamin Walter acerca de “el medio de la marca” continuaron el debate con Wölfflin desde la concepción de Riegl.
Benjamin permanece fiel a su filosofía del color, descrita en El arco iris. El color no tiene un valor fijo y sus valores cambian según sus relaciones con otros colores.
La pintura cubista no describe la pintura a través de la aplicación de la línea a un fondo, sino que fusiona figura y fondo. La línea emerge a partir de las intersecciones de los planos de color.

La historia del Aura

En la historia de la cultura, las obras de arte dependían de su prestigio. La obra, en tanto objeto de veneración religiosa, adquiere un “halo” que la hace única y auténtica. Benjamin planteó así su famosa definición del “aura”…
“El fenómeno singular de la distancia, no importa cuán cerca este el objeto.” La distancia del aura en este sentido no admite medición alguna.
La pintura renacentista, con su culto a la belleza secular, desafío por primera vez la base ritual de la producción artística. Entonces comenzó una lucha prolongada y difícil por la autonomía, que con el romanticismo culminó en el apogeo del esteticismo.
La creciente intervención de la tecnología en la producción y acogimiento de las obras de arte tiene a eliminarlas, y en el siglo XX dicha tendencia se tradujo en la decadencia del aura.

Muerte

Walter Benjamin se suicido en 1940, tras haber cruzado los Pirineos en un intento de huir de la Europa nazi.


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